domingo, 28 de noviembre de 2010

Review: Catfish

Siempre me ha gustado ver filmes sabiendo poco o nada de que se tratan. Ok, de Catfish ya había leído una que otra cosa, pero el núcleo del misterio se había mantenido intacto para mi, de tal manera que verla resultara ser una experiencia nueva y satisfactoria. Lo digo porque este documental es una de esas películas sobre las que es mejor no saber nada antes de verlas. Quizá lo único que podría decir sin llegar a que sea un spoiler es que Catfish trata sobre la manera en que nos comunicamos y cómo aquello afecta directamente nuestra identidad.

Sin más preámbulo, lean el review de Catfish a continuación SOLO si han visto la película, porque spoilers hay por doquier.

No es casualidad que Catfish se haya estrenado en la misma fecha que The Social Network, o por lo menos así lo creo yo. Ambas películas tienen como trasfondo el uso de redes sociales y su impacto en nuestra vida e identidad. Catfish, por su parte, cuenta la historia de Yaniv Schulman, un fotógrafo neoyorkino que comienza una relación de amistad con una niña de un alejado pueblo rural de Michingan, EE.UU. La niña de 8 años, Abby, es una prodigiosa pintora para su escasa edad, y al ver una de las fotografías de Yaniv en un famoso periódico decide comenzar a enviarle versiones pintadas de sus fotografías. Así, poco a poco comienza una relación a distancia entre el siempre excesivamente cool Yaniv y no solo Abby, sino también su familia en Michigan, incluyendo a su madre, Angela, y la hermana de Abby, Megan, con quien Yaniv empieza una relación a distancia principalmente vía Facebook y llamadas telefónicas. La relación amorosa dura por meses, y Yaniv cree haber encontrado a una persona importante en Megan.

De esta relación nace la línea argumental de Catfish. El hermano de Yaniv, Ariel Schulman y Henry Joost son ambos cinematógrafos y la relación entre Yaniv y la familia de Abby causa tal interés en ellos que deciden filmar cada uno de los pasos en esta extraña relación, pero al mismo tiempo no tan ajena a nuestros tiempos. Si en este punto se preguntan por qué estoy contando prácticamente toda la trama es por dos razones. 1) Asumo que el que está leyendo esto ya vió la película y 2) Es necesario contextualizar la trama para que el review tenga un mínimo de sentido.

El principal gancho de Catfish tiene que ver con el punto de inflección en la trama. Yaniv Schulman, quien nunca ha visto a su pareja cibernética Megan, sospecha que ella le miente constantemente sobre su personalidad y algunas otras cosas. A partir de esto Yaniv y sus amigos deciden tenderle una especie de trampa a Megan y acaban descubriendo que la familia ideal que tanto Angela y Megan le habían retratado es en gran parte resultado de la imaginación de una mujer pintora que debe mantener a su esposo y a 2 hijastros severamente discapacitados mentales. Angela es aquella mujer, la misma que ha mantenido la relación bajo el nombre de Megan, su inexistente hija. Abby, por otro lado, sí existe, pero no es en ningún caso una niña prodigia de las artes visuales. El desenlace del documental ocurre tras un viaje sorpresa de Yaniv y sus compañeros a Michigan, donde descubren quién es realmente Angela y por qué ha creado un universo paralelo, lleno de personas inexistentes y de verdades fabricadas para impresionar al inocente Yaniv.

Cuando vi Catfish pensé que sería mejor evitar leer cualquier tipo de review o reseña del filme. Quería que mis opiniones se mantuvieran sin ser influenciadas por otras visiones sobre el documental, pero la curiosidad fue más fuerte. Escuché un par de podcasts y leí tantas críticas como pude, y lo que pude sacar en limpio de aquello fue, para mi conformidad, dos de las cosas en las que había pensado en un principio tras haber visto Catfish: es muy probable que la historia en sí no sea totalmente verdadera. Por lo menos esa fue mi primera impresión. Me resulta difícil pensar que Yaniv no se haya molestado en investigar sobre la familia con la que se estaba relacionando. Mucho tiempo de la película transcurre en interfaces de Facebook y Gmail, y estando Google a unos cuantos clicks, no es descabellado pensar en la posibilidad de buscar tanto el nombre de la supuestamente talentosa Abby y su familia. Además, Yaniv parece desconocer la existencia de un aparato llamado webcam.

Lo segundo tiene que ver con lo más relevante del filme, después de todo si los hermanos Schulman decidieron recrear (o inventar por completo) ciertas partes del documental con el fin de concebir una historia interesante, se puede perdonar fácilmente. Dejando el tema de la veracidad de Catfish de lado, puedo con seguridad decir que el documental de estos amigos de New York tiene es una obra profundamente humana. ¿Para qué ver una película donde al fin y al cabo tenemos la historia de un personaje mentiroso y psicopático? ¿De qué nos sirve conocer a alguien que se dedica a engañar a las personas? Catfish va un paso más de estas preguntas, y ese es quizá el punto más fuerte de la trama, más que el bullado vuelco en la historia.

Cuando Yaniv  visita la casa de Angela en Ishpiming, Michigan, descubrir que todo es una mentira armada por ella es algo secundario y un tanto obvio a esas alturas del documental. Lo que realmente impacta es lo que hay detrás. Sea verdad o no, se valora que Catfish muestre o intente mostrar la verdadera personalidad de Angela, una persona que renunció a mucho en su vida para poder velar por el bienestar de su familia. Las confesiones que la mujer le hace a Yaniv son de una naturaleza totalmente humana y sincera. Poco a poco, y a veces con notoria verguenza, Angela le revela a Yaniv lo que es evidente: que es ella la que ha sido su amante por largos meses, y que su hija Abby no es una artista talentosa. Pero lo que ocurre tras esos momentos no es patético ni humillante, al contrario, los momentos más íntimos del filme se logran con la conexión que vemos entre Yaniv y Angela.

Catfish es un documental que funciona en tantos niveles como lo hace The Social Network. Ambas muestran un retrato acertadísimo de la sociedad y al mismo tiempo entregan una historia humana lo suficientemente intensa como para sostener la relación emotiva entre el espectador y los personajes durante toda la duración del filme. Quizá no sea un thriller, pero sin duda tiene más suspenso que muchas otras películas contemporáneas. A lo mejor tampoco sea un sólido drama, pero insisto, lo más sobresaliente de Catfish es la humanidad con la que cada elemento es finalmente retratado.

Es obligación verla.

Si no has visto la película y sientes la tentación de ver el trailer de más abajo, NO LO HAGAS!



1 comentario:

  1. La vi sin saber nada de la pelicula, me pareció simple, pero me mantuve conectado a la pelicula todo el tiempo, creo que todos hemos sido un poco angela y o un poco Yan en algun momento.
    Creo que viendo todo lo realmente había detras de angela , no podemos mas que entender su infierno sin juzgar ....si no es real la historia??, que yo creo que sí y me pareció muy oportuno el seguimiento filmico, que de no haber ese el final no hubiera tenido sentido....o si ...con una notable historia de amor, arte , gente linda...y muy parecida a una pelicula

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