sábado, 11 de diciembre de 2010
Review: Scott Pilgrim vs. The World
Este review debería haber salido hace harto rato ya, pero como dicen por ahí, es mejor tarde que nunca. Para los que recién vienen enterándose de quién es Scott Pilgrim, y para los que la vieron hace poco y quieren una opinión fresca de la nueva película del fantabuloso Edgar Wright, este review es para ellos.
Here we go!
Creo que he visto al menos 3 veces Scott Pilgrim vs. The World, y creo que tengo herramientas suficientes como para poder resumirla antes de pasar a lo importante. Esta nueva película del director inglés está basada en el comic de Bryan Lee O'Malley, Scott Pilgrim. El protagonista, del mismo nombre que el título, es un joven de 23 años que aparte de ser un holgazán, tiene una vida sentimental un tanto complicada. Scott (Michael Cera) ha enamorado a una chica asiática de 17 años llamada Knives Chau (Elena Wong), para luego engañarla con la chica de sus sueños (literalmente) Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead). Para poder estar con ella (y aquí la cosa se empieza a poner buena) Scott debe derrotar a sus 7 exes (SPOILER: no digo ex-novios porque no son todos hombres, OJO), en duelos que van desde kung-fu, pasando por desafíos de skate, y asombrosas batallas musicales.
¿Cómo es todo esto posible? Scott Pilgrim vs. The World es en sí una referencia al mundo de los videojuegos, y tanto O'Malley como Wright han llenado sus obras con la estética característica de juegos electrónicos de los 90. Mario Bros, Zelda, Bomberman, Street Fighter, todos ellos tienen cabida en el mundo de Scott Pilgrim. Y no estoy hablando solamente de referencias en el diálogo. Las reglas de los videojuegos tienen total validez en la realidad de la película: Scott se enfrasca en peleas de la nada, y cuando derrota a sus oponentes estos se transforman en monedas; o lo vemos en cosas tan simples como cuando Scott va al baño y vemos la barra de pee vaciándose tal como lo muestra el juego The Sims.
Punto aparte es la música. La banda sonora es algo en lo que Edgar Wright puso mucha dedicación al momento de hacer la película. Y esto si que se nota. Tener a Beck cantando "Ramona", el tema principal, es un lujo no menor. Por otro lado, cada una de las secuencias musicales del filme tenían también su origen en el medio escrito del cómic, donde Edgar hizo un magnifico trabajo al elegir cada nota que daría vida a los acordes silenciosos del papel. La energía que le imprimen al filme bandas como Metric, The Black Lips, Frank Black (vocalista de Pixies) o los mismísimos Rolling Stones, es increible.
Ni siquiera me debería molestar diciendo que Scott Pilgrim vs. The World funciona como un megacompilado de la cultura popular de una generación entera: esa que nació con el control de nintendo en sus manos. El filme, en este sentido, es un festival de creatividad y eso lo debería ver cada uno con sus propios ojos. Cada escena tiene algo nuevo que aportar: música, humor, videojuegos, comics; hay absolutamente de todo y para todos. Y aquí es donde vienen los aplausos para Edgar Wright, porque a pesar de que Scott Pilgrim vs. The World es algo totalmente diferente a lo que ya lo vimos hacer con Shaun of the Dead y Hot Fuzz, se las arregla perfectamente para hacer suyo el filme. Aquellos giros de cámara, ese humor chispeante y sarcástico, y ese diálogo excesivamente rápido no es más que el sello que Edgar Wright le ha impreso al filme. Bravo Edgar, la hiciste de nuevo.
Ahora, ¿es Scott Pilgrim digna de sus predecesoras? Hago esta pregunta solo con el motivo de poner en la mesa la gran diferencia entre las 2 películas anteriores de Wright y Scott Pilgrim, y esa es que Scott Pilgrim vs. The World no es un material propio de Edgar Wright. En Hot Fuzz y Shaun of the Dead Wright tiene créditos por el guión, pero acá, gran parte de la creatividad viene de la mente de Bryan Lee O'Malley, el autor del cómic. Y no digo esto para criticar la ejecución del filme, que en sí es magnífica y es de lo mejor que hemos visto este 2010, si no por el contrario, para señalar las diferentes recepciones que puede tener en el público.
Dejando de lado el hecho de que Scott Pilgrim vs The World fue un fracaso en la taquilla, los que vimos el filme (o por lo menos gran parte de nosotros) tenemos una conexión emocional paralela con el cómic. Mucho de lo que esperamos del filme tiene que ver con cómo Edgar Wright traduce lo del papel al celuloide. Repito, no estoy hablando de calidad, si no te visiones diferentes sobre los personajes, lugares, tramas, música, etc. Una de mis mayores quejas cuando vi el filme es que el avance frenético desde una realidad cotidiana de Scott Pilgrim y sus amigos hacia las sucesivas batallas con los 7 exes tiene poco que ver con el carácter episódico y más calmado que tiene en el cómic. Es cierto, en una película no se puede mostrar TODO lo que era parte de la novela gráfica, y en este sentido subtramas como Scott consiguiendo trabajo en un restaurant no habrían aportado mucho a la historia. Pero por otro lado sí que se echa de menos ese sentido de cotidianidad que hay en el cómic; la vida de Scott no es solamente peleas y Ramona Flowers, sino también escenas con sus amigos en su casa o salidas a comer pizza.
Algo parecido pasa con el casting de Michael Cera. Edgar Wright defendió muchas veces la selección del actor de Superbad para encarnar al héroe del filme, diciendo que al tener un actor asociado en muchas ocasiones a la idea de un geek, la evolución hacia un héroe de tomo y lomo era más notoria. Y tiene razón, pero eso tiene sus riesgos. Va a pasar mucho tiempo antes de que Michael Cera pueda dejar de interpretarse a sí mismo en el cine, y eso se nota en Scott Pilgrim vs. The World.
Al final, la película de Edgar Wright funciona en términos relativos (lamentablemente esa es la única conclusión a la que puedo llegar por ahora). Si tienes ganas de ver algo fantástico en todo el sentido de la palabra, no sé que estás esperando para Scott Pilgrim vs. The World. Ahora, si lo que quieres es un drama que hable de nuestra sociedad moderna, mejor mantente alejado. De una u otra manera, Scott Pilgrim tiene mucho de que ser alabada, y el único problema lo va a tener el espectador y sus expectativas.
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AGUANTE PEPEEEEEEEEEEEE!
ResponderEliminarque vuelvan las encuestas!
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