martes, 22 de junio de 2010

Review: Toy Story 3

Hoy tengo varias razones para estar contento. Una de ellas es, por supuesto, que Chile le ganó a Suiza en el Mundial de la FIFA y que está puntero en el grupo H, a punto de clasificar a segunda ronda. GRANDE CHILE MIERDA. Pero la verdad es que este post es sobre otra cosa que me tiene feliz, y es que puedo decir con orgullo y satisfacción que he visto una película con un "3" en el título que ha resultado ser más que extraordinaria.
Bien siemple: Toy Story 3 la mejor película de Pixar que he visto. El hecho de que sea parte de una trilogía, y más específicamente la parte concluyente no me hace sino pensar en que la magia de Pixar es y siempre ha sido mucho mayor que la de otros gigantes de la animación (llámese DreamWorks y su eterna saga Shrek). Con toda una mitología detrás, muchos podrían haber argumentado que otra película de Toy Story estaba demás. Es fácil caer en clichés y autorreferencias, explotando la magia de los personajes principales hasta dejarlos sin una gota de originalidad o, digámoslo así, humildad; vean el ejemplo de Shrek: con 4 películas a su haber, todavía se cuelga de lo chistoso que en algún momento fueron el Burro y el Gato con Botas, usándolos en todas sus facetas posibles y agotándolos a más no poder. Quizá lo único bueno de eso es que uno así puede diferenciar una idea pobre y una idea magnífica, como lo es Toy Story 3.
Más que celebrarse a sí misma, Toy Story 3 (del director Lee Unkrich) propone una historia total y completamente nueva, con el humor más efectivo que he visto este 2010 y, por otro lado, con las secuencias más emotivas que he visto en una película animada. Perdón si hablo solo con superlativos, pero es la pura y santa verdad. Quizá sean millones y millones los que Pixar invierte cada año para mantenerse así como la punta de lanza en el cine de animación, lo que para algunos pueda ser un camino directo hacia un resultado artificial y comercial, pero la verdad es que vale la pena, porque la magia no se agota, aún a 15 años de haberse estrenado la primera película de Pixar: Toy Story.
Basta de halagos. Toy Story 3 es una historia triste en su concepto, pero entretenidísima en su ejecución. La idea es que Andy, el dueño del grupo de juguetes, ha crecido y se apronta a entrar a la universidad. Woody, Buzz, y sus amigos, son olvidados por equivocación y terminan por ser enviados a una guardería donde el trato que reciban no será como el que esperan; finalmente deberán escapar de ahí cuales presos de Alcatraz. Lo mejor de esta trama es que introduce muchísimos personajes nuevos, de los cuales algunos causan más de una carcajada al solo aparecer en pantalla (recuérdenlo, son juguetes!). Por otro lado, la idea de "el gran escape" es llevada de una forma rápida y entretenida como pocas veces se ha visto. Quizá sean demasiados los detalles que hacen que esta película un clásico instantáneo del entretenimiento, pero destacan la relación entre Barbie y Ken (sobre todo las referencias a la sexualidad de Ken), el nuevo villano Lotso y el triste origen de su maldad, el payaso que perdió la sonrisa, y el mono que lo ve todo.
Ojo amigos, quizá esta no sea una película del todo para niños. Hay bastantes referencias dirigidas a un público más adulto, digamos que quellos que crecieron viendo Toy Story la van a disfrutar más que un niño de 7 años. Además, el tono de Toy Story 3 es mucho más oscuro, y el tema de la vejez y las segundas oportunidades de la vida puede parecer un poco sombrío a veces.
¿Qué más decir? Nada. Toy Story 3 es una película perfecta. Van a reir y van a llorar por partes iguales. Créanme.


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