jueves, 29 de abril de 2010

Friday Night Movie: American Splendor


El que tengamos a Paul Giammati como protagonista nuevamente es solo coincidencia.
Con ustedes, American Splendor, una película sobre comics, pero no la típica película del género. American Splendor tiene que ver más con la movida independiente del comic en los 70, y con cómo el huraño Harvey Pekar se convierte en una especie de héroe en su propia creación. En American Splendor tenemos por un lado a Paul Giammati en el papel de Pekar, y por otro, al verdadero Pekar contándonos algunas de sus anécdotas de su vida. El resultado de esto no podía ser otro más que una película entrañable con personajes extraños por doquier, incluyendo al mismísimo Robert Crumb, otro padre del comic norteamericano.

Descárgala via Torrent
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domingo, 25 de abril de 2010

Cult Movie: My Dinner with Andre


Una conversación en tiempo real. Eso es lo que, al menos a primera vista, podría parecer esta increíble película de Louis Malle del año 1980. Sin embargo, lo que podemos encontrar en My Dinner with Andre excede todas las expectativas. Tenemos a dos personajes que en un principio parecen totalmente opuestos. El primero es Wallace Shawn, un dramaturgo un poco descontento con su monótona vida ligada a problemas con el dinero y a un constante intento de encontrar el éxito profesional. Por otro lado tenemos a Andre Gregory, a quien Wallace no ve hace largos años, también dramaturgo, pero con una perspectiva totalmente diferente a la de su amigo.
Mientras el mundo de Wallace se centra en lo meramente real y cotidiano, Andre está lleno de anécdotas surrealistas que desafían la imaginación. Lo que puede salir de una conversación entre estos dos personajes es el núcleo de My Dinner with Andre, con altos y bajos como cualquier intercambio de ideas, y con momentos de tensión y de emotividad.
A pesar de desarrollarse casi íntegramente en un restaurant, My Dinner with Andre es un viaje a lo desconocido y a lo conocido al mismo tiempo, tan impredecible como la comunicación humana. Un filme minimalista-existencialista que no se pueden perder.


La pueden descargar por torrent desde acá.
Aquí tienen un enlace para descarga directa.
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sábado, 24 de abril de 2010

Friday Night Movie: Sideways


Ya se que es sábado y no viernes, pero estaba tan entusiasmado por empezar esta nueva sección que no me aguanté a subir el post. Si crees que se viene un viernes aburrido (o un sábado), acá siempre habrá una película para que bajen y veas con quieran y como quieran.
Estan noche: Sideways, una de mis películas favoritas. Del genial Alexander Payne, trata sobre Miles, un profesor y escritor fracasado, quien acompaña a su amigo Jack (quien resulta ser totalmente lo contrario a él), en una especie de viaje-despedida de soltero por las viñas de California. Divertida, elegante, dolorosa y profunda, Sideways es perfecta para una noche de fin de semana.
Si ya la vieron, véanla de nuevo, entretención garantizada.

Aquí está el link para torrent.
Y aquí tienen uno para descarga directa. Solo tienen que registrarse, creo.
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Corto: The Raven


Todos sabemos que el sci-fi ha estado ahí desde hace mucho tiempo. Eso si, District 9 ha tenido un impacto mucho mayor en Hollywood del que podríamos haber pensado, y al parecer ha cambiado las reglas del género tanto en la producción, marketing, y sobre todo estética del nuevo material cinematográfico.
Ya habíamos visto Ataque de Pánico!, un corto del uruguayo Federido Alvarez, al cual las grandes compañías se lo estaban peleando para transformarlo en un hit de larga duración. Ahora es el turno de The Raven del director peruano Ricardo de Montreuil, un corto que mezcla parkour, robots, y poderes psíquicos. Algo más producido, pero no menos independiente, The Raven entrega más en términos de efectos especiales y tomas ágiles que en términos dramáticos. Aún así, vale la pena verlo, quién sabe si el próximo año podemos ver a The Raven en el cine convertido en un largometraje.

Disfruten y comenten!




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jueves, 22 de abril de 2010

Review: Pirate Radio (The Boat That Rocked)


Este no es ningún estreno, no por lo menos en la pantalla grande, donde apareció ya hace varios meses. Eso si, acaba de salir en DVD.
Pirate Radio, dirigida por el hombre responsable de Love Actually, Richard Curtis, es una comedia muy simple, centrada en una idea más simple todavía. Resulta que en la segunda mitad de los 60, y más específicamente en 1966, para emitir música pop y rock, las radios debían romper un poco las reglas y lo hacían de manera ilegal. La mejor forma que encontraron, fue subirse a un barco, y transmitir desde ahí mismo: desde las aguas del Mar del Norte que baña las costas del Reino Unido. Rock Radio era una de esas estaciones pirata escondidas en un barco, y es también el lugar a donde llega Carl (Tom Sturridge), el protagonista, un jóven cuyo padrino es algo así como el director de la radio, Quentin (Bill Nighy). Con una radio transmitiendo The Who, The Rolling Stones, The Kinks, The Beach Boys, The Turtles, Cream, Jimi Hendrix y Otis Redding día y noche, no es difícil esperar encontrarse con una serie de personajes de lo más extraños y psicodélicos. Entre estos encontramos a The Count (Philip Seymour Hoffman), algo así como el locutor leyenda del barco, Angus Nutsford (Rhys Darby), casi repitiendo su excelente papel de Murray en The Flight of The Conchords, Doctor Dave (Nick Frost), un obeso sex symbol, y muchos, muchos otros que le dan vida al "boat of love". Por otro lado, tenemos lo que genera el conflicto de la historia: el conservador ministro Dormandy (Kenneth Brannagh), está decidido a acabar con las estaciones pirata, y llegará hasta las últimas consecuencias para hacerlo.
Como ven, The Boat That Rocked tiene todo para triunfar y entretener, y por otro lado, su duración de 2 horas 15 minutos, podría indicar que estamos frente a algo de proporciones épicas, pero lamentablemente nada es como parece. La primera gran debilidad es Carl, el protagonista. En un principio creemos que la historia se centra en él y sus experiencias al interior del barco, pero el personaje es tan débil y plano que se pierde rápidamente y vuelve a aparecer a ratos para recordarnos que aún existe. Nunca lo vemos hacer algo heróico o memorable, nunca lo vemos ganarse la confianza de nadie y aún así todos parecen estimarlo mucho.
Otro punto en contra es la misma idea de las radios piratas flotantes. No es que la idea no sea actractiva, al contrario, resulta totalmente interesante, pero la forma en que se nos muestra puede ser un poco decepcionante. Desde un principio debemos asumir que la radio es cool y que todos los personajes presentes en ella también lo son. Nunca se nos cuenta nada del pasado de ningún locutor, tampoco se nos cuenta nada del proceso que hubo antes de llegar a ser una radio pirata. En ese sentido, hubiese sido más entretenido, por lo menos para mi, una película sobre cómo un grupo de locutores llegan a agruparse para transmitir en una radio flotante.
Tercero. Todos sabemos que una película como esta DEBE hacer uso de la banda sonora. Sería un desperdicio si no se hiciera. Pero lo que tenemos acá es un abuso. Nada malo con las canciones, pero hacia el final se hace excesivo la sucesión de temas, a cada rato recordándonos que estamos viendo una película sobre el grandioso Rock n' Roll, acabando en pobres guiños (intencionales o no) a Cameron Crowe y Wes Anderson.
Derechamente, no tienen por qué ver esta película. No se pierden de nada. Hay momentos divertidos, como en todas las películas, pero sinceramente mejor bájense la banda sonora. La experiencia va a ser mucho mejor, y no van a tener que estar sentados durante más de 2 horas.



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miércoles, 21 de abril de 2010

Review Especial: Sed de Mar


No acostumbro a hablar sobre cine chileno, y no se si esto caiga en la categoría de "cine chileno" per se. Más que eso, es una película indie muy personal.

Esto es para los amigos de GrietaGarbo,

Sed de Mar es chilena, es cierto. Sed de Mar es una película de casi una hora de duración, compuesta casi en su totalidad por grabaciones caseras, también es cierto. Pero vamos, Sed de Mar no es lo que parece, ni en un principio, ni en un final, si es que se puede decir algo así.
Al verla es inevitable que se me vengan a la mente demasiadas cosas como para recapitular la película de una sola forma: The Blair Witch Project, Slacker y Dazed and Confused, ambas de Richard Linklater, el neorrealismo de Visconti, El Hombre y La Cámara, de Vertov, y por qué no, un poco harto de esa nostalgia chilensis que varios disfrutaron con Fuera de Control. Si, la telenovela de 1999. Para algunos quizá sea demasiada atribución, pero qué le vamos a hacer, por amateur que Sed de Mar pueda ser (en el mejor de los sentidos), es cine después de todo, y en los 57 minutos que dura, se gana su derecho a ser emparentada con los grandes y no tan grandes.
Como buen filme de la era Youtube y todo lo que eso conlleva, Sed de Mar pareciera arriesgar el drama por una serie de eventos y conversaciones al azar, de las cuales tiende a sobresalir en un principio el complicado tema del tampax y su complicado uso como hilo dramático. Retratando a personajes que bien podrían ser tus amigos de universidad, la cinta (o el archivo de video), nos intenta mostrar lo que pasa en un viaje a la playa de Papudo, de esos que todos alguna vez han hecho. Aparte de esta premisa, no hay mucho que decir, o quizá, hay demasiado como para resumirlo acá, pero para que vean de lo que hablo, en Sed de Mar podrán encontrar las respuestas a preguntas de este tipo: ¿Qué tiene en común Leandro Martinez con la trisomía del par 21? ¿podría el uso del tampax afectar la virginidad? ¿de qué hablan las mujeres cuando están solas? ¿existen en realidad toallas higiénicas con crema de chantilly? La propuesta de Sed de Mar tiene que ver con esos personajes que van desde el universitario culto hasta el niñito que habla con voz de nickelodeon; con esas conversaciones de carretes olvidados perdidas en algún rincón escondido de la memoria de una generación; con la sabiduría juvenil y popular de un país, y en este momento, de nosotros mismos.
Por muy mal que te caiga Carillo -uno de los personajes, y para mi el antagonista del filme- no podrás negar que las trivialidades de las que habla son las mismas que alguna vez salieron de tu mismísima boca, o que quizá pasaron por tu mente y te dio miedo de decirlas. Más allá de cualquier diferencia social que alguien pueda encontrar entre sí mismo y los personajes de Sed de Mar, la verdad es que ES ASÍ como nos vemos cuando se nos apunta con una cámara: un poco interesantes, un poco patéticos, un poco pedantes, un poco graciosos. De todo un poco, pero créanme, Sed de Mar no es el video del paseo de curso, ni tampoco un video sin editar de cuando eras jóven. Quizá sea eso y más, y cuando digo "más", me refiero a que hay un plan, después de todo, repito, estamos hablando de una película con todas sus letras.
En la era de un cine donde el ser humano puede ser totalmente prescindible, no es malo encontrarse con un pedacito de arte como este, una especie de Neo-neorrealismo por opción, porque no queda otra, y también, por gusto; un experimento arriesgado por el solo hecho de llevarse a cabo, pero que siendo bien sincero, funciona y finalmente termina por encantar.

Si disponen de 1 hora y quieren ver la película, pinchen acá.

O pidan la edición en DVD a grietagarbo@gmail.com. INCLUYE UN FANZINE!


Dénle a la imagen para ir directamente al blog de GrietaGarbo:


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domingo, 18 de abril de 2010

Review: Shutter Island


Entré al cine sabiendo que se trataba de una película de Martin Scorsese, aún cuando mi polola estaba 100% segura de que en los próximos minutos veríamos nada más ni nada menos que Inception, lo nuevo de Christopher Nolan. Más allá de la pequeña confusión causada por la presencia de DiCaprio en ambos filmes, ambos disfrutamos de principio a fin lo que desde ya puedo llamar una de las mejores películas de lo que va del año. Para algunos puede resultar una película menor en el repertorio de Scorsese, para otros el acercamiento prematuro al horror psicológico por parte del legendario auteur americano, pero la verdad es que lo que tenemos aquí, es esencialmente una excelentemente pulida cinta de misterio, donde a ratos, como espectador, parecerás estar tan desconcertado como nuestro protagonista, pero tranquilo, que al final del túnel siempre hay una luz, y de eso Scorsese no se olvida.
Shutter Island nos cuenta la historia de dos agentes federales que se embarcan hacia la "Isla Siniestra" (como la tradujeron al español) con el fin de resolver algo que a simple vista parece un misterio más en sus vidas: la desaparición de una prisionera-paciente de las dependencias. Uno de ellos es Teddy Daniels (DiCaprio), un veterano de la Segunda Guerra Mundial en tierras alemanas con un tormentoso pasado, el otro es Chuck Aule (Mark Ruffalo), es algo así como su side-kick, a quien Daniels acaba de conocer en el ferry que los transporta a la isla.
Shutter Island es una especie de mezcla entre prisión de alta seguridad al estilo Alcatraz y hospital psiquiátrico, donde las técnicas del electroshock y la lobotomía parecen haber quedado en el pasado, dando paso a un tratamiento más humano y respetuoso hacia los pacientes, todo controlado por la estricta visión del Dr. Cawley, interpretado por Ben Kingsley.
Dar más detalles de la película pasaría a ser algo injusto para ustedes, porque Shutter Island tiene como principal arma a estos pequeños elementos que irán modelando tanto la verdad del protagonista, como nuestra versión de los hechos.
Había leído en varios sitios que la película se hacía excesivamente larga, y que quizá el ritmo se tornaba un poco lento, algo con lo que no podría estar más en desacuerdo. Pocas películas me han hecho estar tan pendiente de lo que está sucediendo en la pantalla, por 2 horas y 18 minutos no me despegué del asiento, quizá atraído por las excelentes actuaciones de todo el elenco, y sobre todo por la del viejo DiCaprio, o quizá embobado por la finísima y elegante ambientación que Scorsese logra tan magistralmente recrear en la pantalla grande, dándole a Shutter Island un aire a película de Cine B de los 50. Todo en el filme conspira para que estemos atentos y saltemos de vez en cuando frente algún ruido o distracción, los cuales por ningún motivo llegan a ser trucos baratos.
Si quieres ir a ver Shutter Island porque piensas que es una película de terror, no vayas. Shutter Island interactúa con el espectador de otra forma: es un puzzle muy bien hecho, quizá tan bien llevado a cabo como The Departed, pero esta vez está apuntando derechamente a ti, como parte del público. Si podemos darle algún crédito a Scorsese por Shutter Island, se lo deberíamos a la magnífica historia y a la genial manera de contar y mostrar todos los giros de esta enmarañada trama, aún cuando todo se cocine a fuego lento.


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