viernes, 7 de enero de 2011

Review: 127 Hours

Cuando hablamos de 127 Hours hablamos nada más ni nada menos que de Danny Boyle, un director que después de Trainspotting, 28 Days Later..., Sunshine, y Slumdog Millionaire ha demostrado no solo que puede pasar de género en género, sino también que maneja los códigos del cine en formas que pocos otros pueden. Siendo honesto, la disposición que tenía al ver 127 Hours no es la misma que hubiese tenido para cualquier otra película: el hecho de que fuera Danny Boyle dirigiendo un filme sobre básicamente un solo hombre enfrentado a las fuerzas de la naturaleza me tenía cautivado desde hace rato.

Si realmente planean no saber absolutamente nada sobre 127 Hours, les recomendaría no seguir leyendo el review, aunque también debería advertirles que los hechos relatados en la película de Boyle están basados en una historia real de la que ya muchos saben el desenlace. Personalmente pienso que no le hace ningún daño a la experiencia el saber la conclusión de la historia de Aaron Ralston, el protagonista; es más, saber de antemano incluso entrega cierta perspectiva sobre el filme que no se obtendría de otra manera. Habiendo dicho esto, sigo con el review.

En 127 Hours James Franco se echa el rol de Aaron Ralston al hombro, el escalador que en 2003 quedó con su brazo atrapado bajo una roca en los cañones de Utah. Para poder salir de aquella situación, Ralston decidió amputarse por sí mismo parte del brazo atrapado. El título de la película se refiere a la cantidad de tiempo que el escalador estuvo atrapado. Teniendo en cuenta que gran parte de la cinta se desarrolla en un solo y físicamente limitado lugar, desde ya deberíamos reconocer el increíble talento de tanto James Franco como de Danny Boyle.

Habiendo visto a James Franco en pocos roles de importancia es difícil pensar en por qué alguien lo escogería para una película donde el peso de la historia y la actuación recae solo e un personaje de principio a fin. Pero viendo el resultado de 127 Hours y la pasión con la que Franco entrega la encarnación de Aaron Ralston, no puedo sino rendirme a sus pies. El personaje de Ralston no es fácil de llevar. El escalador no es un héroe, sino más bien un tipo un tanto arrogante que de casualidad quedó atrapado bajo una roca, y James Franco logra transmitir eso de forma soberbia. Todas las notas que el actor toca están dentro de la sutileza necesaria como para hacer el relato creíble, asumiendo que si bien el personaje es el centro de atención durante toda la duración de la cinta, son las circunstancias y no su carácter las que lo convierten en héroe.

Ahora, lo fantástico de la cinta es su capacidad de mantenerse fuera de los clichés que Hollywood ofrece para contar una historia de esta índole. 127 Hours no es un thiller, tampoco es una carrera contra el tiempo, y me atrevería a decir que tampoco es un drama en el sentido convencional. Sin duda que desde que comienza la película nuestro corazón palpita a medida que se acerca el terrible momento de la amputación, pero todo está narrado en una forma tan trepidante, íntima, y bella, que finalmente lo que importa no es presenciar la mala fortuna de Aaron Ralston, sino transportarnos a su mente y ponernos en contacto con sus motivaciones y sentimientos. Es aquí donde el genio de Danny Boyle se hace sentir; más allá de los inusuales ángulos de cámara y el característico gusto por la música, Boyle usa todas las artimañas posibles para hacernos compenetrar con Ralston. Aquél pequeño espacio donde el aventurero está atrapado se convierte en no más que una incitación a Boyle para que vuele con la cámara y con la historia, llevándonos por recuerdos, realidades alternativas y futuros posibles, todo ensamblado de la forma más conmovedora posible.

127 Hours es quizá la película más original de 2010, y esa es la razón que me hace amarla a muerte. Desde el minuto en que Ralston queda atrapado bajo la roca, que se siente casi como cualquier hecho más durante el filme; hasta el glorioso desenlace, 127 Hours es nada de lo que el espectador espera, aún teniendo la capacidad de atrapar al más de los incrédulos. Si Danny Boyle, después de ganar 8 Oscars por Slumdog Millionaire, decidió realizar este proyecto que poco tiene de comercial, fue por una razón, y estoy seguro que va más allá de demostrar su talento como director. 127 Hours tiene un sentido de optimismo que es difícil de encontrar en los cínicos filmes de hoy en día, y si eso fue lo que sedujo a Boyle, no veo la razón por la que no debiera encantar al resto del planeta.

127 Hours está nominada a 3 Golden Globes, incluyendo mejor score, mejor guión, y mejor actor en la categoría Drama.


Pueden descargar la película vía Torrent.
Subtítulos próximamente disponibles en Subdivx.com.






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