Hace 2 segundos atrás estaba leyendo este artículo: 7 Rules for Making THE HOBBIT Movie. Y les puedo decir que es una completa estupidez. El post propone 7 reglas que se deberían respetar para hacer la nueva película basada en la obra de nuestro querido Tolkien, esta vez, en manos del ya conocido Guillermo Del Toro.
El artículo, entre otras reglas ridículas, propone que el enfoque infantil de la obra original sea cambiado hacia uno mucho más adulto, donde los elfos y orcos deberían ser feroces guerreros en comparación a lo que se muestra en el libro. También plantea que los trolls no debieran transformarse en piedra al ser expuestos a la luz del sol, y lo más ridículo de todo: deberían eliminarse algunos de los enanos. Todo esto, claro, para hacer una película que le venga bien a la taquilla.
Está bien, nadie debería tomarse en serio este tipo de cosas, pero mi preocupación va por otro lado. ¿Guillermo del Toro va a seguir el estilo que Jackson usó en The Lord of the Rings o plasmará el suyo propio en esta nueva película? La gente de mi generación tenía alrededor de 14 o 15 años cuando se estrenó The Fellowship of the Ring, y es natural que nos hayamos hecho fanáticos de inmediato; era el Star Wars de nuestra época. Pero los años han pasado, y me atrevo a decir que la trilogía de Jackson no ha envejecido bien más allá del fanatismo de sus seguidores.
Ahora que la he vuelto a ver una y mil veces me doy cuenta de lo poco fiel que es a la idea de los libros y lo extremadamente hollywoodense que son las 3 cintas. Los ejemplos son interminables: la ridícula batalla del Abismo de Helm, las nunca justificadas acrobacias de Légolas, lo caricaturezco de Gimli, la cara de Bilbo al ver el anillo en Rinvendell, y todo lo cursi que a ratos se pueden tornar las películas.
Guillermo del Toro tiene en sus manos la posibilidad de darle nuevos aires a la marca de Tolkien en el cine. No puedo más que esperar que sea fiel a su estilo que ya hemos visto, por ejemplo, en El Laberinto del Fauno, y a la vez que respete la esencia de El Hobbit: el simple hecho de que es un cuento para niños. Si Del Toro deja de lado la espectacularidad bruta de Jackson y hace de esta nueva cinta algo que agrade tanto a niños como a adultos, podremos decir que The Hobbit habrá sido un éxito.
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